Hay personas a las que no les podrás enseñar nada,
La Fuente ha puesto una venda en sus ojos y ha tapado sus oídos.
Quemarás sus barbas si les acercas la antorcha.
Es pronto para que salgan de la caverna,
se ofenderán y reaccionarán de manera impulsiva,
pues sus egos los dominan,
tienen encima al Predador.
Pero no los subestimes,
ellos sí pueden enseñarte algo a ti,
y puede que sea lo más crucial.
Toda la gente que se cruza en tu camino se cruza para enseñarte algo,
ese es el designio de La Fuente,
Ella se enseña y aprende de sí misma,
a Sí misma se da vida y también muerte.
Tú no podrás enseñar siempre,
pero sí que puedes aprender siempre si pones verdadera atención.
Abraza a todo el mundo,
a amigos y enemigos,
pues el mundo entero es tu propio reflejo
y solo eres enemigo de ti mismo.
A ti mismo te acechas en cavernas y bosques,
y quien menos te lo esperas puede darte
La Gran Enseñanza.