Vidas en la noria y norias en la vida.
Piedras en los zapatos que se te incrustan al caminar, tropezón y al suelo, tres meses de baja, despedido y al paro, sin finiquito, siete años de cárcel: puñalada en el talego.
Felino montés que sube al monte y escala; y caza para él y se administra y respira y se arriesga, y no gana y lo intenta otra vez.
Zapato desprendido del pie del cojo que salta de alegría al caminar,
Escapista de callejón oscuro es el dueño del tugurio, la sangre corre por los callejones, embotellada y con certificado de calidad.
El dinero sigue siendo el peor de todos los males: papeles pintados que fueron intercambiados al pueblo en los saqueos del norte a cambio de diamantes y lingotes de oro.
Imposición de la esclavitud, necesitas muchos papeles para liberarte.
No he visto tus manos sangrar, no te has sacrificado como Jesucristo, no te han sangrado todavía las palmas de las manos.
¿Qué pretendes? ¿Dices ser tú un conocedor que no quiere conocer sino comprender?
Todo lo que aprendas en esta vida lo olvidarás para la siguiente, así la rueda del Samsara seguirá girando.
Procura morir bien, chico, prepárate para cuando llegue el día.