CAMINO AL OLIMPO PASARÁS POR EL INFIERNO

Sensación de intranquilidad constante que me saca del presente,

Siento que algo me rodea y que no puedo percibirlo,

Preso de mis sentidos y mi mente condicionada,

Mi agonía aumenta y mis nervios se desbocan.

Mi espíritu intacto, mi esperanza perdida,

Mi último aliento guardado muy dentro de mí.

Mi cuerpo autolacerado,

Los restos de la enfermedad cristiana corren por mi sangre, siguen
en mis genes.

Psicosis, lavado de cerebros,

Es más fácil siempre cuando el sujeto se cree libre.

¿Cómo escapar cuándo no sabes a dónde?

Ni de qué.

Me siento perdido, bajo este infierno,

Perdí mi rumbo y ahora sigo a los demonios por si guardan mi
tesoro,

Pero no lo encuentro.

Me tragué la llave y busco fuera lo que llevo dentro,

Soy consciente,

¿Por qué sigo caminando?

¿Por qué sigo dando tumbos dentro de este gran teatro?


Un sinsentido es la vida,

Una triste historia,

La felicidad no dura,

La realidad siempre te acaba golpeando

Y te devuelve al infierno.

La muerte se acerca

Y eso es un consuelo para un tipo como yo.

No puedo acortarlo,

El suicidio es mal karma,

Ya he acumulado bastante,

No quiero más tormentas que golpeen a este barco,

Odiseo cayó al agua,

Llegó a la orilla y ahora vive en una isla,

Una hechicera es su amante.

Le ha mostrado los secretos que esconden los dioses,

Le ha enseñado la alquimia

Y lo ha devuelvo al mar.

Bueno, en realidad se fue él,

No soportaba ni eso,

La paz en vida es un tormento para un tipo como yo,

Es una farsa.


Mantengo el equilibrio para no volver a los infiernos,

Quien no se alegra demasiado nunca se pone demasiado triste,

Solo espera paciente la llegada de su muerte,

La paz eterna, real,

El fin de la injusticia,

De la ilusión,

El festín en el Olimpo.

Comer en la mesa de los dioses es mi suerte,

Mi destino.

Hefesto sirve el vino y Afrodita me baila,

Me seduce, quiere ser mi amante.

Atenea se enfada,

Con la lanza en la mano, con el yelmo de oro,

Está celosa.

Un momento, ¿qué hago aquí?

Se han acabado mis tormentos,

He muerto

Y ahora ceno con los dioses.

Yo soy un dios también.

La magia existe, pero en sueños no la vemos.